Escoge una ubicación acorde con tu presencia empresarial, sin los altos costes de una oficina tradicional.
Reúnete con tus clientes y asociados en tu propia dirección comercial cuando te venga bien.
Decide tú mismo cómo quieres que se trate tu correspondencia.
Ya no llamarán a tu puerta ni clientes ni proveedores.
Se acabaron las reuniones en la mesa de la cocina.
En tu ubicación siempre habrá un recepcionista presente.
También tendrás acceso a puestos de trabajo, salas de reuniones y de oficina en tu ubicación.
Paga solo por las salas de reuniones y los puestos de trabajo cuando los utilices.
Es muy fácil ampliar una dirección postal empresarial con servicios telefónicos.
¿Seguir creciendo hasta tener una oficina fija? ¡Sí, puedes! ¡Sí, puedes!
Ventajas añadidas de una oficina virtual
Con una oficina virtual tendrás la presencia de una oficina profesional, sin costes altos.
Escoge una ubicación acorde con tu presencia empresarial.
Mantén separada tu vida personal de la laboral.
Ya no llamarán a tu puerta ni clientes ni proveedores.
En tu ubicación siempre habrá un recepcionista presente.
Reúnete con clientes y asociados en tu propia dirección profesional cuando te venga bien.
Escoge un contrato flexible.
Se recibirá y procesará toda tu correspondencia en una dirección profesional.
Estarás siempre localizable con un número de teléfono (regional).
Con un número de teléfono regional te será más fácil conseguir clientes locales. Un número de teléfono local para los clientes siempre es más fiable y personal que un número no identificable.
¿No puedes contestar el teléfono todo el tiempo? Utiliza la recepción de llamadas y todas las llamadas entrantes se gestionarán de forma profesional.
¿Tienes citas con clientes? ¿Quieres utilizar las salas de reunión de tu ubicación?
Puedes ampliar y mejorar tu oficina virtual fácilmente.
Como el espacio no es un factor limitativo, las empresas en crecimiento pueden utilizar una dirección de oficina virtual para establecerse donde prefieran.
¿Quieres seguir creciendo hasta tener una oficina fija? ¡Sí, puedes!